Tuesday, December 21, 2010

Vía Láctea Terrestre

Al final de todo pude encontrarla, porque a pesar de que en el bosque ya era de noche, e incluso las siluetas de los árboles mas próximos podían apenas distinguirse, ella había dejado un rastro peculiar.

La tierra, aun húmeda por la lluvia del atardecer, había recibido varias docenas de sus más grandes lágrimas, que al caer se habían mezclado con la espesa niebla y habían aterrizado sobre una superficie rica en diversos minerales. Quizá este hecho hacia que ahora sus lágrimas en la tierra fueran pequeños puntos brillantes, pequeñas fuentes de luz que revelaban la ruta de su paso por el bosque.

Ella había dejado caer sus lágrimas sin querer y había formado un sendero luminoso a lo largo del bosque. Diamantes líquidos y brillantes iluminando la niebla, para formar una especie de Vía Láctea terrestre que me había guiado sin problemas hasta ella.

Quizá fueron los minerales en la tierra, quizá las sales extrañas y la espesa niebla, quizá la mezcla de todas ellas, la que produjo que sus lágrimas brillaran así tan dulcemente. Como pequeñísimas perlas de luz blanca alineadas y perdidas en el bosque, o quizá, como tantas veces lo he sentido, porque ella esta hecha de luz, porque ella es una galaxia que cuando llora derrama estrellas.

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