Sólo un sueño

Yo soñaba, casi como siempre, en gatos y diversas manchas difusas, y no importa en realidad en lo que soñaba, sino que lo hacía tan sólo en blanco y negro. De repente sonaron varios golpes en la puerta de entrada, y yo también de golpe, abrí los ojos. Corrí hacia la ventana y vi a alguien extraño entrando a mi propiedad, una figura alta, obscura y amenazante. Un sentido innato de protección y seguridad me hizo rascar con las uñas el vidrio mientras ladraba desaforadamente. Con terror me aparté y me vi en el reflejo del vidrio que rascaba. Yo ya no era más Don Ricardo Fuentes y Grajales, el famoso propietario de la Hacienda “Las 3 Guadalupes”, ahora era tan sólo un gran perro negro de brillantes encías rojas.