Tuesday, December 21, 2010

Serpiente de Tinta

Si no hubiera entrado Lorena esa noche a la biblioteca no hubiera descubierto que los libros son seres vivos, No se habla de metáforas aquí, ni de imaginaciones, o de fantasías o erudiciones, sino del hecho claro, cierto y literal de que esos seres con cubiertas, hojas y letras que consideramos inanimados, son seres vivos que se reproducen, como todos en esta categoría, a través de un misterioso y enigmático acto sexual. Al entrar Lorena esa noche a la biblioteca la creía desierta, por lo menos de vida, a no ser por los pequeños insectos y arañas que hacen de las bibliotecas sus hogares, las luces ya se habían pagado y ella había regresado tan solo para buscar su pequeño cuaderno de notas, Abrió la puerta con tranquilidad, como si fuera tan solo otro día de trabajo, digito los números en una pequeña caja blanca empotrada en la pared para detener la vigía de la alarma, y subió lentamente por las escaleras. De repente pareció escuchar un sonido viniendo del piso superior, una clase de crujido delicado pero constante y monótono, como hojas de papel restregándose unas sobre otras, como hojas siendo arrugadas una tras otra, o como el crujido de las hojas al quemarse. Uno podría llamarlo inmoral, porque al lentamente abrir Lorena, no sin cierto cuidado y algo de miedo, la puerta del segundo piso de la biblioteca y asomar un ojo para ver de donde procedía aquel sonido, descubrió que había una orgía de libros, No estaban tan solo todos regados por todos lados, sobre las mesas, sobre la alfombra, sobre las lámparas y escritorios de trabajo, así el espectáculo no pasaría de un simple desorden producido por algún ladrón, sino que estaban colocados en pares y estaban en movimiento, en contorsiones rítmicas y explícitamente sexuales, como un perros o gatos encima de sus parejas en abierta copula. Lorena vio sin ser percibida desde la pequeña abertura tras de la puerta todo esto y supo en ese momento que investigaría a fondo el fenómeno hasta este entonces desconocido. En unos días Lorena sabrá que un libro de cualquier tipo y sobre cualquier índole, al montarse literalmente y con ayuda de alguna fuerza increíble pero aun natural sobre otro libro con sus páginas en blanco se produce un clímax que culmina con una eyaculación de chorros de tinta que al penetrar en las páginas del libro en blanco comienza poco a poco a formar letras, y con estas letras palabras, y con estas palabras frases que darán vida a capítulos enteros, como ADN hecho de tinta, células de símbolos y letras, palabras que formaran tejidos de ideas, órganos de pensamientos, huesos hechos de estilos literarios, locomoción de índices, pies de pagina, incisos, introducciones, prólogos y epílogos, y un gran cerebro de pensamiento, así nacerán nuevos libros. Los libros en las bibliotecas, mi querido Humberto Eco, no solo hablan secretamente y se comunican unos con otros, sino que también hacen el amor, y juntos unen sus conocimientos para dar frutos de pensamientos, ideas y arte nueva. La biblioteca es por tal y por mucho el lugar más inmoral en la historia de las civilizaciones humanas, en donde se convulsionan de placer las ideas nuevas y antiguas, los conocimientos orientales y los occidentales, las bromas y los textos científicos y todas dan nuevos productos, y la serpiente del paraíso terrenal, orgullosa defensora y promotora del conocimiento humano, escondida en las ramas de ese manzano con vida eterna, se regocija aún en día de intelectual felicidad.

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