Arañas

Echa una mirada durante una de las mañanas soleadas al sendero que pasa entre la carretera principal y el río que bordea la colina, sobre todo cuando la tierra está un poco húmeda por la lluvia de la noche anterior, cuida bien de acercarte sin hacer mucho ruido para que no se escondan antes de que puedas mirarlas. Podrás observar arañas del tamaño de grandes perros, con largas patas que parecen ramas de árboles cubiertas de verdes hojas, caminan como para desentumir sus cuerpos y luego posarse en las ramas de los árboles para confundirse con ellos, se dice que no son peligrosas, pero al fin de cuentas son grandes arañas y más vale ser precavido. Una ocasión me topé con ellas al caer rodando desde una cuesta de donde había resbalado, al llegar al sendero y chocar accidentalmente con una de ellas noté como se tumbó al suelo y permaneció inmóvil, Ya me habían hablado de estos extraños arácnidos gigantes, pero era la primera vez que veía uno real y vivo tan cerca de mí, La araña en unos cuantos segundos se tornó café, y las hojas que de sus patas pendían se movían realmente como hojas secas a entera disposición del viento, En verdad me produjo la sensación de estar parado ante no más que un montón de ramas secas, Me quedé en silencio y sin moverme por un par de minutos, y hubiera estado seguro de que no era más que un conjunto de ramas secas y quebradizas, si no hubiera sido porque yo mismo observé la metamorfosis del excelente sistema mimético del animal.