APDP – Amplificador Portátil de Deseos Personales

No puedo decir que fuera un objeto del todo horrible, a pesar de que la pequeña figura del hombre tenía el cuerpo, quizá modelado en algún tipo de resina blanca o marfil, sujetado por los brazos y los pies con alguna especie de clavos en donde se veían manchas rojas simulando sangre, a una cruz de madera en una pose un tanto mortificada y la cabeza con una corona de espinas clavándose en sus sienes hasta sangrarlo, el amplificador portátil de deseos personales del hijo del Embajador Ravelo funcionaba bastante bien, bastaba tan solo arrodillarse, entrecerrar los ojos inclinando la cabeza un poco hacia abajo y presionarlo con ambas manos para después poder formular el deseo, éste, de alguna forma entraría en el aparato y lo amplificaría hasta resonar en el universo completo, y adquiriría la potencia adecuada para hacerse real, o por lo menos hacer el intento. El aparato era una versión moderna y portátil de los amplificadores de ese tipo de antaño, la tecnología usada en este pequeño objeto tenía que haber sido de punta, y si en algún momento algún tipo de participación humana hubiera influenciado el acabado de este objeto, entonces por ende tenía que haber estado altamente calificado. Este era uno de los Amplificadores más extraños que había visto, El abuelo me contó después que en alguna época este tipo de amplificadores fueron bastante usados en toda la Tierra, hasta que en algún momento los prohibieron y los exterminaron coleccionándolos de todos lados e incinerándolos hasta que llegaron a convertirse en objetos realmente extraños y difíciles de encontrar, se conservaron algunos perdidos entre los escombros de las viejas ciudades y en algunas partes del planeta en especial. A decir verdad, me dejo realmente impactado, estupefacto, con una sensación de estar ante un objeto mágico, místico y milenario. Una noche, después de unas cuantas inyecciones de alcohol intraocular, el hijo del Embajador Ravelo se atrevió a mostrárnoslos, habían pasado varios días en los que nos había dicho que tenía que mostrarnos algo especial. Ya con la cara un poco roja por el efecto del alcohol en su cuerpo y con una sonrisa que denotaba un cierto orgullo como la de un viajero galáctico al mostrar sus cicatrices de guerra y de aventura, saco de su bolsillo el amplificador, lo desenvolvió de un pedazo de paño rojo y lo froto, luego nos lo mostró a la luz del emisor nuclear que brillaba en la calle, A decir verdad nos resulto bastante impactante, Camilo, que había sido invitado también a esa reunión, incluso se echo inconscientemente para atrás, y es que ver la figura de un hombre clavado a una cruz a medio morir es algo duro e impresionante, no sé si en el pasado algo similar se practicó entre la raza humana. El hijo del embajador nos explicó en un tono serio pero con una sonrisa risueña como había llegado hasta sus manos, también nos explicó cómo se usaba en tiempos antiguos y nos hizo una pequeña demostración que nos resultó impactante, un tanto mística, como adoptando esa pose de sumisión que antes describí, hacia algo invisible y desconocido, a algo o a alguien que estuviera allá arriba y al que uno tuviera que mostrarle una completa dependencia. Simbólica y enigmática forma de hacer funcionar este antiguo APDP, El abuelo lo llamó con un nombre complicado, oscuro y capaz de transportarte en un segundo a un pasado incierto y olvidado, creo que lo llamó “crucifijo”.