Monday, December 21, 2015

Al morir

Al morir (digo yo, que no soy nadie) uno se convierte en el último observador, que observa a un penúltimo y éste a un antepenúltimo y a una serie larguísima de observadores, hasta así, llegar al primer observador, el que colapsa todas las opciones en una y tangible realidad al tan sólo abrir los ojos y mirar su entorno. Al morir (digo yo, que no soy nadie) que como último observador uno pasa a formar parte de la consciencia universal, la que lo abarca todo, la materia y la energía oscura; intangible, immeasurable e invisible pero que manifiesta su fuerza y que todo lo contiene; y así el Universo crece y es cada vez más grande, a razón exponencial y directamente proporcional a la cantidad de seres que un día pasan de la vida a la mal llamada muerte.

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