Tuesday, November 15, 2011

Derechos no reservados

Mírame, obsérvame detenidamente o ignórame por completo. Piensa bien o mal sobre mí, soy ahora lo que te plazca. Si quieres tócame, y si así lo prefieres acaríciame. Puedes besarme o golpearme, estamparme con tus labios cálidos el beso más cinematográfico o escupirme la cara, romper en mil pedazos la botella en mi cabeza o deshojar los pétalos de las rosas sobre mi cara; ahora todo depende de ti, de tu estado de ánimo, de tu personalidad, de lo que pienses en estos instantes de mí, de lo que tengas ganas de hacer conmigo. Toma mis cosas, roba mis posesiones más valiosas y hazte con mi dinero; o bien, para divertirte, llena mi boca de sucias monedas y deja caer groseramente sobre mi pecho unos cuantos y viejos billetes, tan pesados y fríos como la paja mojada. Puedes pintarme la cara con eternas maldiciones o escribir mil poemas de amor, puedes arañarme y patearme hasta que te canses, aunque inconscientemente, yo prefiera que me hagas el amor. En este momento mi mente funciona tal y como las naves exploradoras que ruedan sobre la superficie de Marte, tan distantes, todas cubiertas de polvo y sin tripulantes. Mis poros exhalan sobrecargados combustibles alcohólicos que a penas la hacen funcionar. Estoy ahora muy borracho, y mi cuerpo en estos instantes tiene los derechos no reservados.

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